15 diciembre 2016
Como todos sabemos en épocas de recesión o crisis económica los índices de morosidad se disparan, los plazos de pago se alargan y la disponibilidad de liquidez inmediata se reduce.
A principios de año, El Correo Gallego publicaba una noticia sobre el aumento del período de pago a proveedores en todo el territorio nacional, siendo la media de 61,62 días, cuando lo habitual es que este fuera de 30 días. Esta situación es preocupante para todas las empresas ya que pone en riesgo su rentabilidad e incluso, su propia supervivencia. Por este motivo, es fundamental tomarse en serio estos peligros y establecer medidas pro-activas y mecanismos de actuación para prevenir y gestionar los riegos de cobros impagados.
A continuación te ofrecemos 8 medidas que puedes adoptar para minimizar la morosidad entre tus clientes:
1.- ESTABLECER UNA POLÍTICA DE CRÉDITO generalizada para todos los clientes en el que se recojan todas las medidas y mecanismos para gestionar la morosidad en la empresa. Puedes establecer una política de crédito interna, donde se recojan los procedimientos internos que se han de llevar a cabo para que todos los empleados la apliquen correctamente, y una política de crédito externa, personalizada para cada cliente que se incluya en el contrato que se establece entre ambos.
2.- COMPROBACIÓN DE SOLVENCIA, solicita informes de solvencia y/o capacidad de pago de tus clientes antes de establecer una relación comercial.
3.- APLICAR LÍMITES DE RIESGO DE CRÉDITO, según la capacidad de pago de cada cliente establece un límite a partir del cual no se realizarán más ventas hasta que sea liquidada la deuda pendiente.
4.- CONDICIONES DE PAGO CLARAS desde el principio, el cliente debe ser conocedor de las condiciones de pago y de las consecuencias que se producirán en caso de incumplimiento, podrán recogerse en la POLÍTICA DE CRÉDITO (externo) adjunto al contrato/acuerdo.
5.- DOCUMENTAR LAS OPERACIONES desde el inicio de la relación comercial (mediante contrato y acuerdo) hasta la realización de cada operación de venta con la expedición de la factura correspondiente, así como los cobros efectivamente recibidos.
6.- REVISIONES PERIÓDICAS de la situación con cada cliente: situación de solvencia y capacidad de pago actualizada, operaciones realizadas, impagos, direcciones y mecanismos de contacto… Con la recopilación de esta información elabora un 7.HISTÓRICO DE CLIENTES con el que llevar a cabo un seguimiento continuado de cada uno de ellos.
8.- RECLAMACIONES-GESTIÓN DE COBRO, debes estar al corriente de los vencimientos en los plazos de pago de tus clientes para, en caso de impago, hacer la reclamación oportuna. Lo adecuado es dejar un tiempo prudencial desde el vencimiento para realizar la primera reclamación. Intenta llegar a un acuerdo amigable para no perder el cliente y cobrar las cantidades pendientes, no obstante, si después de hacer varias reclamaciones no se llega a un acuerdo, es mejor que lo dejes en manos de un especialista en el tema.